Chris Brown es un personaje difícil de "querer" (por así decirlo), dados ciertos incidentes pasados (el que involucra a Rihanna siendo el primero y más notable), su imagen pública se hundió más rápido que el Titanic por al menos 3 años, en los últimos años ha estado recuperando algo de la gloria que en su momento tuvo, llegando incluso a ser proclamado como el "obvio" sucesor de Michael Jackson (ese ha debido ser el mejor chiste de aquel año, sin duda).
Chris Brown, al igual que su "adorada" Rihanna es un trabajador incansable, en 3 años, Fortune es su tercer álbum, y en muchos aspectos tiene más aciertos que F.A.M.E. (que no era para nada un mal disco)... Ok! El sonido no es realmente muy progresivo o innovador, es en esencia el mismo R&B con fuertes toques de electropop que tán de moda esta hoy en día (preguntenle a Usher y a su protegido Justin Bieber), quizás la gran diferencia entre Fortune y cualquier otro disco lanzado por un artista masculino hoy en día es que, éste no peca "tanto" en el aspecto de listo-para-difusión-y-consumo-masivo y muestra una leve "profundización" (valga el término) en el sonido R&B y hip-hop que Brown ha experimentado en el mixtape Fan of a Fan junto a Tyga y Kevin McCall (tomen como referencia al excelente Deuces), y allá donde falló Usher en su manejo de estos sonidos Chris Brown le saca lo mejor a ellos.
El disco comienza muy animado con el primer single bocadillo-pop Turn Up the Music, divertido y animado (aunque a momentos algo cansino), tema que hasta recibió la bendición (nótese la ironía, please) del remix con la inclusión de Rihanna (controversia para trepar en las listas señores), que a la vez sirvió como bandera de una "reconciliación" tan publicitada pero a la vez tan ridícula que hasta resulta más creible la amistad entre Madonna y Elton John o los neo-nazis con el resto del mundo (elijan la analogía que le parezca más divertida y/o menos transgresora).
El sabor uptempo esta presente a lo largo del disco (curiosamente la mayoría de la composición del disco es de midtempos) cortesía de los beats, la atmósfera sin embargo, es algo más oscura (siendo Turn Up the Music, el punto más alto irónicamente), los midtempos van adquieriendo diversas gamas de géneros, desde el R&B (Stuck on Stupid, 2012), pop (Don't Wake Me Up, asistido por el genial William Orbit y los hermanos Benassi), y el hip-hop (Till I Die, Mirage, Bassline), el último teniendo más dominio que los anteriores.
Probablemente el mejor momento después de Turn Up the Music es la canción que cierra el álbum, Trumpet Lights, cuyo sonido sexy y provocativo es complementado a la perfección por Sabrina Antionette (quien será?... anyway...), y he allí otro punto a favor de Fortune, la ausencia de colaboradores de alto perfil, apartándose del procedimiento estándar, Fortune suma solo a 3 guests de renombre, Wiz Khalifa, Big Sean y Nas... la ausencia de los Lil' Waynes, las Minajs, Drakes y/o cualquier otra popstar no solo pone el enfoque en el interprete si no que le otorga otro nivel a las composiciones (Brown co-escribió 10 de las 14 canciones de la edición estándar), haciendolas sonar más auténticas y menos "comerciales".
8/10
0 Comentarios:
Publicar un comentario
Tus Comentarios siempre son bien apreciados ;) así que es bueno saber que es lo que te gusta y que no... un saludo desde Pop Music Paradise